jueves, 2 de mayo de 2013

Llegando a El Calafate



dia 12: 27/04

 Y así salimos de 28 de noviembre, un pueblo cercano a Río Turbio, viviendo de la minería, seguimos por el complejo minero, grande, al menos en superficie, asi se hace comprensible que haya ciudades que vivan de una actividad predominante, la 40 a estas alturas esta asfaltada, en muy buen estado y con poco tránsito.

  Día soleado, a medida que pasa el tiempo el viento se hace presente de nuevo, después de una hora de viaje, con paisaje cambiante todo el tiempo, aparece hacia la izquiera a lo lejos, una serie de picos nevados, buenas sensaciones para nosotros los de llano ver las Torres del Paine que con su blancura nos da idea de altitud, mientras seguíamos en ruta por un terreno ondulado pero mucho mas bajo, el camino sinuoso hace que cada tanto laguna curva nos devuelva la vista de la torre que una curva anterior nos había negado.

 Llegamos a una encrucijada, donde debería arrancar el tramo de la 40 de ripio, aparece un cartel que nos indica seguir el asfalto. Solución?, preguntemos a alguien del destacamento policial que está acá, como castigado en Tapi Aike. 

 Tres cosas quedaron en claro ahí, una es que aike significa lugar en tehuelche, otra que la ruta 40 seguía ahora por el asfalto hasta La esperanza y por último, que cae mucha nieve en esa soledad en invierno nos dijo el cana, pero para eso falta a julio....

  Seguimos hasta La Esperanza entonces, donde encontramos al playero de estación de servicios mas amargo hasta ahora. Aprovechamos para picotear un guiso que nos habia quedado de antes, frio nomás, que venía bien igual y seguir hasta El Calafate.

  Viento cruzado el resto del viaje a veces nos hacia bajar la velocidad, después de tramos largos empezaron a aparecer curvas que volvían interesante el recorrido, como siempre poco transito cruzábamos, seguimos subiendo hasta llegar a un mirador, estábamos cerca, unos 60 km.

  Desde ahí arriba se ve el lago argentino y el resto del valle, un auto desbarrancado hace no se cuanto tiempo, una extraña linda recta que se pierde en la distancia, una hermita del gauchito gil, abundan en toda la ruta.

  Empezamos a bajar despacio, ruta sinuosa, se hacen lentos los últimos kilometros, cuando llegamos hasta abajo apuramos la marcha, porque no queríamos que nos agarre la noche y no sabíamos donde pararíamos.

 Finalmente llegamos, pasamos por turismo y ahi cerca había un camping, por 10 pesos mas que la carpa tuvimos una especia de cabaña que les llaman dormis, así que después de 11 noches, nos tocaba cama.....todo un logro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario