lunes, 13 de mayo de 2013

Bajo Caracoles



dia 20: 5/05

 Nos levantamos y desayunamos en la YPF de Gobernador Gregores, un pueblo con su movida. Cuando llegamos nos llama la atención que había varias cabañas de alquiler, como si fuera lugar turístico, pero no había nada que lo defina como tal, no había río, ni cerro importante, no está mal el pueblo, pero con eso no alcanza, bastante movimiento, pero no demasiado. Tiene cosas de pueblo agrario, como algún monumento, carros viejos en desuso.
 En la estación están Romina la playera y Margot la empleada del multiservicio. Le pregunto a Romina sobre las cabañas y dice la usan mucho la gente de las mineras de la zona, oro, plata, etc. Es un pueblo de 8000 hab y al menos 6 cabarulos, y ese es el servicio principal para los empleados de las minas, que los traen cada tanto para el descanso, los buscan en micro.

 La madre es una de los choferes de esos micros, según ella la madre sabe de todo sobre motores, pero no le pidas que cocine porque ni tiene ni idea, ella no cocina ni tiene idea de mecánica, completita. Margot es una boliviana que se vino de santa cruz de la sierra siguiendo a su marido, pero se está por ir porque su papa está enfermo y lo quiere cuidar.

  Cada tanto viene algún auto para cargar, muchos desvencijados y otros puro motor, típico de pueblo, tiene su lado tuerca, antes de irnos pasan unos fititos preparados a una carrera, y bueno, es domingo...

  ahora si, tanque lleno salimos para bajo caracoles, la ruta tiene asfalto nuevo, obra de cristina dicen lo carteles, el viento no es tan fuerte, pero está, vamos a buen ritmo, hasta que a mitad de camino se acaba la buenaventura, de nuevo ripio, unos 40 km de obra para terminar ese tramo de la ruta. En medio de este tramo hay una carreta vieja gigante, si no la arrastraban elefantes le andaban cerca, sobre los costados se lee "estancia la lucha", vaya uno a saber porque es la lucha en esos parajes. la estancia está abajo en el valle, a lo lejos se ven levantadas de polvo que no eran buena señal. ¿Que hacen los motogordos? se sacan fotos, como debe ser, en un momento se empieza a soplar mas fuerte me asomo al borde de la loma y me da de lleno el viento que viene subiendo por la ladera. Una sensación de caída libra que nunca había sentido, apoyado sobre el aire contra el viento, nos sacamos algunas fotos y cuando me estaba acercando mas al borde para quedar a punto caramelo de la caída, sale corriendo javier, el viento la había tumbado la moto que estaba mas atrás, se acabó el juego, a seguir, pero la sensación de caída libre no me la saca nadie.

  retomamos asfalto, siempre con viento, el fin del mundo nos mira desde el cielo en forma de nube negra con ganas de hacerse una picadita con nosotros, aceleramos, al final de la recta de varios kilómetros se ve una curva, ya las nubes están sobre nosotros, caen unas gotas, y llegamos a la curva, justo a tiempo para alejarnos, estamos todavía a 50 km de bajo caracoles, paramos 5 minutos para relajarnos y seguimos, faltando 15 km nos alcanza la lluvia, justo en zona de curvas y bajadas, nos alcanza a mojar bastante, pero llegamos a Bajo Caracoles.

  Es un pueblo minúsculo al costado de la ruta, unas 15 casas, vamos a la despensa, hotel, bar, estación de servicios, justo está el partido Boca-River, y nos sentamos a tomar un cafe con leche, hay 3 parroquianos mirando el partido mientras llueve un rato mas.

 Le digo a Froilo, si preguntamos cuanto cuesta el hotel quedamos enganchados, vamos a primero a la comisaría a ver que onda, si nos dejan armar carpa, ya la noche pintaba no fresca, sino helada, con viento, y la carpa si no es a reparo vamos muertos. En la comisaría no había nadie, al rato, aparece el oficial encargado, que andaba enquilombado por tratar de hablar con otra comisaria por  el único teléfono del pueblo, un semipúblico de telefónica que ya casi no se ven. Le preguntamos y dice, vengan a ver, pueden quedarse al lado que hay una galponcito, no hay problema. Mas que bien, no era el sheraton, ni el cuarto de limpieza siquiera, pero era un lugar cerrado para una noche fría, buenísimo. El oficial se fue y nos dijo que cuando nos vayamos que dejemos cerrado nomás, ni el nombre alcanzamos a preguntarle.

  Ese día fue frío, mas cuando nos mojamos, pero la buena predisposición del agente nos dio lugar y buen arroz con salsa y salchichas nos dio algo de calor. Nunca hay que descartar posiblidades de antemano, nunca se puede saber de donde puede venir la mano tendida...



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