A rodar mi amor....

dia 11: 26/4

  Ahora si, cargados como siempre, salimos a la 40, nos quedan cerca de 300 km hasta el proximo surtidor, la mayor parte sería camino de ripio, aunque no sabíamos cuanto, cielo que despejaba en el horizonte que nos esperaba.

 Y asi fue, a unos 30 km de haber salido nos daba el sol a pleno, siempre de tarde, salimos, como siempre tarde también, sobretodo por el tramo largo que no esperaba, la idea general es no viajar de noche pero esta vez no safamos.

 Cuando todavía estábamos sobre pavimento, un camino nuevo y poco transitado donde nos llamó la atención que no cruzáramos vehículos, empezó a soplar viento fuerte, cruzado, como la ruta, unos 30 nudos y rachado, iban inclinadas las motos. Lo bueno es que con el viaje de la ruta 3 nos fuimos acostumbrando a acomodar el cuerpo para compensar los golpes del viento.

 Hicimos una parada junto a una garita antiquísima bien mantenida, algún cuidador de la zona, detrás habia un mojón cartográfico del IGM, seguimos hasta que llegamos a la zona de obras, varios tramos paralelos a la ruta en construcción, y después 130 km de ripio.

 Javier se nos habia alejado y nos esperó en un puente en el medio del camino, paramos, sacamos fotos y vimos un mojón que resulto ser del límite con Chile, a un km mas o menos, seguimos viaje, otra vez de atolondrado se va adelante, allá lo veo como va perdiendo equipaje, y sigue y sigue, nunca se enteró que la carpa, un bidon, la bolsa de dormir y la colchoneta habían quedado en el camino, paramos para esperarlo, ya volverá dijimos, mientras él esperaba que sigamos parado mas adelante, se decide a venir y ahi se entera que lo que había en el piso era suyo....gastadas y ahi seguimos juntos.

 Nos agarró la noche, y faltaban unos cuantos km, como hora y media de viaje, pasamos por turbio viejo, un caserio sin bajada visible siquiera, asi que seguimos por la ruta, ahora con asfalto de nuevo hasta el poblado de 28 de noviembre, muy cerca de Río Turbio, paramos en...la YPF del pueblo, ya a estas alturas somos de la casa. Nos acomodamos en una punta del terreno, noche fresca y mañana acorde, nos comimos una picadita de fiambre y a dormir, demasiado frio tuvimos en el camino.

  Al otro dia entre desayunar y desarmar todo saco fotos, un monumento a los caídos en la minería en un accidente en 2004, creo. Ahí cerca hay una cuadrera, un caballo entrenando, cerros bajos rodean el pueblo, con casas revestidas en madera, como empieza a ser costumbre e la zona. 

 El camino nos lleva por lugares ignotos, desolados y lejos de la civilización, este primer tramo sólo cruzamos trabajadores viales, el camino de ripio a la noche, si bien no es lo mas cómodo, no estuvo mal, pero seguiremos tratando de evitar que nos agarre la noche en ruta, no tiene sentido, es mas riesgoso y no se ve nada interesante. Conocimos un pueblo grande, que de antemano supusimos un caserío, otra vez los prejuicios...