domingo, 21 de abril de 2013

Primeros kilómetros


Arrancar significa muchas cosas, es comenzar, es aprender, es adaptarse a las circunstancias y los compañeros, así arrancamos, después de varias demoras lógicas, salimos de Pinamar, un día nublado, pero pasando Madariaga empezó a despejar, primeros kilómetros tranqui para que se adapte el novato del grupo, y después fuimos ajustando el ritmo, normal a 110 km/h, muchas cosas se pueden dar en un viaje como este, mas aún cuando la intencion es que cosas así sucedan, por ej, no tenemos un itinerario preciso, lo vamos acomodando sobre la marcha, claro esta que hay muchas veces que las opciones son limitadas, y ahí es donde vemos que tan adaptables somos.
 No es la idea una descripción precisa de cada una de las jornadas, sino los hechos sobresalientes de las mismas. Nuestra primera noche se dio donde nos estaba alcanzando, froilo conocía el polideportivo de Benito Juarez, una de esas ciudades que a lo sumo alguna vez habremos oído nombrar, totalmente intrascendente en nuestra vida, pero ahí llegamos, sin conocer a nadie, fue sólo preguntar si podíamos acampar, respuesta? por supuesto, acampen donde quieran, acá las luces no se apagan, pueden usar los vestuarios, cualquier cosa a cualquier hora tocan timbre que esta el sereno, quieren agua caliente? lo que necesiten, etc, etc, etc,.
 Nunca supimos realmente cuantos habitantes tiene pero calculamos unos 50000 hab., gente que le gusta al actividad física, y amable, así que armamos carpa, compramos algunas cosas, como una morcilla para picar mientras salía la comida, (no olvidar, quien pase por benito juarez, que se lleve unas morcillas porque son muy buenas) y nos hicimos un guisito de fideos. Ese dia hizo un frio de aquellos, así que a bañarse, comer y a dormir.
  Primera noche, primer aprendizaje, no prejuzgar lugares, siempre te pueden sorprender.



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